El mago de los cielos
WILLIAM HERSCHEL
1738-1822

Después de William Herschel, El Telescopio Espacial Hubble. El Perplejo

Si una figura inspira a un astrónomo aficionado, es la de William Herschel. Cuarentón, enfermizo, pero sin prejuicios ni temores se lanza con los brazos extendidos para tomar en un decidido abrazo, cual jovenzuelo enamorado, a la que le pareció la más bella de las chicas: la astronomía. 

Astrónomo Germano-Británico, fundador de la astronomía estelar; descubridor del planeta Urano; estableció la base de todos los catálogos modernos de galaxias que parten del suyo; desarrolló la teoría de la evolución de las estrellas; descubridor de más de 800 estrellas dobles y de más de 2900 nebulosas; Realizó un conteo de estrellas en el campo de vista de su telescopio. Cuando terminó el proyecto, 20 años después, había contado más de 90. 000 estrellas en 2400 áreas de muestra. Durante estas observaciones descubrió muchos objetos interesantes como cúmulos, nebulosas, estrellas variables y estrellas dobles. Nombrado caballero del Imperio Británico en 1816.

HERSCHEL, EL MÚSICO PROFESIONAL Y ASTRÓNOMO AFICIONADO O VISCEVERSA.
Aquella mañana de niebla, la reunión de la Royal Society estaba en ebullición. ¿Quién era este advenedizo del que decían había descubierto en el cielo un nuevo mundo? ¿Cuáles eran sus generales, y qué jabón lo patrocinaba? Era un musiquillo. Un copista de partituras. ¡Un principiante de la astronomía! A ver, ¿Cómo era posible qué ellos, teniendo los instrumentos más avanzados en el Observatorio de Greenwich, no lo hubiesen encontrado primero, si es que tal mundo existía?

— Bueno y a este ejecutante de oboe, violín y guitarra ¿dónde lo encontraron? En la calle señores, ¡en la calle, cuál mariachi en la plaza Garibaldi de México!

—Qué escándalo; Pues así es. Un día, en un ensayo de la guardia militar, mientras tocaba el violín y dirigía al coro, William volteaba constantemente a la ventana del salón y, en una de esas, grita: ¡por fin!, y soltando el violín, corre por el telescopio. El cielo se había despejado. Sacó su miralejos para observar a La Luna. — William, el rey del voyeur sideral, estaba terco que en La Luna habitaban psicodélicas criaturas que él deseaba ver—  En eso estaba cuando un transeúnte al que le llamó la atención el curioso hecho, le gritó:

—¡Hey amigo! ¿Me deja echar un vistazo?

— ¡Pero sí, cómo no, adelante! contestó William que era un muchacho —ya no tanto, de cuarenta y tres años— muy educadito por su padre judío —músico también— y madre presbiteriana. El hombre que hacía tal solicitud era elegante y de finos modales.

—Qué tal, soy el Dr. William Watson Jr. y soy miembro de la Royal Society. ¿Hace mucho que le interesa la astronomía? Bueno mire, me encontré un libro de astronomía cuando tenía unos treinta y cinco años de edad. El libro se llamaba Astronomía explicada según los principios de sir Isaac Newton, de James Ferguson; posteriormente he estudiado matemáticas, sobre todo me interesa y me gusta la cuestión del paralaje y me apasiona y obsesiona determinar distancias entre las estrellas y la altura de las montañas de la Luna.

— Mire nomás. ¡No, no, mire usted!: Estire su mano al frente y levante su dedo pulgar. Ahora mírelo pero cerrando un ojo, sin dejar de mirarlo, ahora cierre el otro y lo que verá es que su dedo se mueve hacia los lados respecto del techo. “Si mide la distancia entre sus ojos y el ángulo formado por los dos lados largos del triángulo isósceles resultante, un simple ejercicio de geometría le revelará la distancia de su dedo. Eso es paralaje, que resulta más fácil de distinguir cuanto más separados estén los “ojos” y cuanto y más grandes y eficaces sean estos.

Qué paradoja. El músico profesional que abraza a la astronomía de manera autodidacta, no porque hubiese querido descubrir cosas nuevas, sino porque “quería ver lo que otros veían” profesionaliza a la astronomía de manera contundente, abandonando la profesión de músico para vivir de contemplar los cielos y llevar un registro pormenorizado de los objetos que en él habitan.

Esta historia continuará…