PLANETAS MENORES III
Por Prof. José Maza Sancho
El descubrimiento de Urano, hecho por William Herschel en Marzo de 1781, mostró que el nuevo planeta estaba a una distancia media al Sol de 19,18 unidades astronómicas, siendo 19,60 la predicción de la relación de Titius. Esto trajo a primer plano la ley de Bode y los astrónomos, que lamentaban en su fuero íntimo no haber “salido a buscar” un planeta que estaba al alcance de la mano, empezaron a pensar seriamente si a 2,8 unidades astronómicas no habría un planeta que aún no había sido descubierto.
Búsqueda y descubrimiento:
En 1800 el astrónomo alemán Franz Xaver, barón de Zach (1754-1832), editor de la revista astronómica “Monatliche Korrespondenz”, reunió en Lilienthal a 24 astrónomos con el objeto de organizar una búsqueda sistemática de este hipotético miembro desconocido del sistema solar. Dividieron la región zodiacal del cielo en 24 zonas encargando a cada astrónomo el patrullaje de una de ellas. Sin embargo la suerte no estuvo de parte del grupo de Lilienthal, pues fue Guisepe Piazzi (1746-1826), astrónomo italiano, que no participó en la reunión de Lilienthal, quien tuvo el privilegio del descubrimiento.
Desde
Pirataraul — 04 de agosto de 2007 — Urano es el séptimo planeta del Sistema Solar. La principal característica de Urano, parece ser la extraña inclinación de su eje de rotación casi noventa grados con respecto a su órbita; la inclinación no solo se limita al mismo planeta, sino también a sus anillos, satélites y el campo magnético del mismo. Urano posee la superficie más uniforme de todos los planetas por su característico color azul-verdoso, producido por la combinación de gases presentes en su atmósfera, y tiene unos anillos que no se pueden observar a simple vista; Además, posee un anillo azul, el cual es una rareza planetaria. Urano es uno de pocos planetas que tiene un movimiento retrógrado, similar al de Venus.