PLANETAS MENORES IV
Prof. José Maza Sancho
En 1800 el astrónomo alemán Franz Xaver, barón de Zach (1754-1832), editor de la revista astronómica “Monatliche Korrespondenz”, reunió en Lilienthal a 24 astrónomos con el objeto de organizar una búsqueda sistemática de este hipotético miembro desconocido del sistema solar. Dividieron la región zodiacal del cielo en 24 zonas encargando a cada astrónomo el patrullaje de una de ellas. Sin embargo la suerte no estuvo de parte del grupo de Lilienthal, pues fue Guisepe Piazzi (1746-1826), astrónomo italiano, que no participó en la reunión de Lilienthal, quien tuvo el privilegio del descubrimiento.
Piazzi, monje de la orden de los Teatinos, realizando en Palermo observaciones para un gran catálogo estelar (publicado en 1814 con las coordenadas para 7.646 estrellas) descubrió el 1º de Enero de 1801, primer día del siglo XIX, un objeto de séptima magnitud que en las noches siguientes fue cambiando de posición en el cielo con respecto a las estrellas vecinas. Lo observó hasta el 24 de Enero, fecha en que envía la información de su descubrimiento a Bode en Berlín.
Desgraciadamente Piazzi enfermó el 11 de Febrero y la carta llegó a manos de Bode sólo hacia fines de Marzo, época en la cual el nuevo objeto se había acercado mucho al Sol (en su posición aparente en el cielo) lo cual hacía imposible la observación. Piazzi intentó computar una órbita para el nuevo objeto (que él pensó era un cometa de apariencia estelar). Sus esfuerzos fueron estériles pues no existía un método para calcular una órbita salvo que ésta fuese circular o parabólica. El método había sido desarrollado por Heinrich Olbers (1758-1840) en Alemania. Había que suponer que la excentricidad de la órbita era cero (órbita circular) o uno (órbita parabólica). Piazzi calculó una órbita circular pues ya había descartado la idea que se tratase de un cometa. Cuando iniciaron la búsqueda después del período de invisibilidad, el objeto no fue encontrado en el lugar calculado.