El descubrimiento de Neptuno es un triunfo de la ciencia.

La existencia de Neptuno fue predicha por los astrónomos antes de tenerlo frente a sus ojos (algo que no hubieran podido hacer los astrólogos). Recordarás que Urano fue descubierto en 1781. Este planeta fue cuidadosamente monitoreado por algunos años y para 1840 los observadores no tuvieron alternativa: tuvieron que admitir que “algo” le estaba pasando a Urano. Su movimiento no concordaba con las leyes de Newton. O Newton estaba equivocado o “Algo” –un intruso- estaba desviando a Urano de la trayectoria predicha.