Es una noche fresca, y sales al jardín para encontrarte con un cielo estrellado. Hace seis meses ya que aprendiste a reconocer tus primeras constelaciones, y ahora te quieres poner a prueba, para ver si no las has olvidado.

Ahí están Orión, Géminis, Tauro, la constelación de Piscis y debajo de ella, Cetus, la Ballena. Recuerdas que fue difícil aprenderla, pues sus estrellas no son muy brillantes. Sabes que son catorce las estrellas que le dan forma.

Esta noche haces un recuento de ellas… ¡Un momento!… algo anda mal. ¡Esta noche ves sólo trece estrellas! Las cuentas nuevamente pero siguen siendo trece. Para estar seguro entras a tu casa y sacas tu mapa de las constelaciones. De acuerdo con el mapa, deben ser catorce estrellas y la que falta es precisamente, la más brillante. Su nombre es Mira, ” La Maravillosa”… En realidad, Mira no ha desaparecido ni se ha movido de lugar, simplemente su brillo ha disminuido tanto que ahora sólo es visible con binoculares o telescopio ¡Bienvenido al mundo de las estrellas variables!

Mira es sólo una de las miles de estrellas variables que pueblan nuestra Galaxia. De hecho, cada estrella varía en la cantidad de luz que emite. Se ha encontrado que el Sol varía su brillo en un uno o dos por ciento. Estos cambios son tan sutiles que no pueden ser detectados por la vista humana, pero algunas estrellas variables, como Mira, emiten evidentes pulsos de luz a un compás tan constante como los latidos de nuestro corazón. Las estrellas variables pueden palpitar en cuestión de unas horas, unos días, meses y hasta años. Otras estrellas variables son difíciles de predecir, pues su pulso es irregular y su brillo inconstante.

Existen muchos tipos de estrellas variables que están clasificadas de acuerdo a la duración de su ciclo y al tipo de estrella que los genera. Hay estrellas variables de periodo largo, como Mira, que son gigantes rojas, cuya edad avanzada termina por inestabilizar su presión interna. Por consecuencia, estas estrellas se hinchan periódicamente, provocando los pulsos observados. Mira completa un ciclo cada 330 días, aproximadamente.

Encontramos también a las estrellas Ceféidas, cuyo pulso es tan preciso como un reloj. Sus períodos duran unos cuantos días y han probado ser útiles para medir la distancia a las galaxias más cercanas.

Existen también las estrellas variables falsas, que son conocidas como variables eclipsantes. Estas estrellas están formadas en realidad por dos o más estrellas que orbitan entre sí. En ocasiones, la estrella más oscura oculta de nuestra vista a la estrella más brillante, y entonces parece que la estrella se apaga. No es más que un eclipse entre estrellas.

Sorprendentemente, cientos de estrellas variables son accesibles a simple vista, y si cuentas con un par de binoculares, miles esperan el escrutinio de tus ojos. Dentro de cinco meses, podrás ver a Mira recuperar su brillo y completar nuevamente las catorce estrellas de la Ballena.

Ahora ya conoces a las estrellas variables: los astros que palpitan.