La Unión Astronómica Internacional ha determinado que la nomenclatura de las constelaciones sea en latín. Si bien por costumbre castellanizamos algunas –como cuando nos referimos a la Osa Mayor (Ursa Major)- lo correcto es utilizar el término latín, pues si castellanizamos a Ursa Major, ¿por qué no castellanizamos a Cancer y lo llamamos Cangrejo? ¿o por qué a Ursa Major le llamamos Osa Menor, cuando es un osezno (macho)? Generalmente las características superficiales de los planetas también están regidas por una nomenclatura latina, como Olympus Mons, al que afectuosamente llamamos “Monte Olimpo”.