Las galaxias elípticas, habiendo agotado su provisión de gas fresco, no pueden ya formar estrellas, y mayormente contienen estrellas muy antiguas. El bulbo central de las galaxias espirales es bastante similar a una galaxia elíptica, pero más pequeño.
Durante décadas, los astrónomos que estudiaban las galaxias elípticas pensaron que la velocidad de rotación de estos sistemas estelares esféricos determinaba si serían de forma redondeada u ovalada, con las elípticas de más rápida rotación siendo las más planas. Sin embargo, detallados estudios de miles de elípticas durante los años, ahora sugieren una imagen completamente distinta. Las elípticas y los bulbos son soportados en contra de su propia gravedad, lo que causaría que se encogieran, debido al movimiento aleatorio de las estrellas, bastante como el movimiento de las moléculas en un gas caliente. La distribución del movimiento estelar determina la forma final de la galaxia, esto es, si es esférica, ovalada, o muy aplanada.
En los últimos años, los astrónomos también han descubierto que formas de galaxias aparentemente simples, ocultan los complejos y violentos eventos que ocurrieron hace mucho en estas galaxias.
Algunas contienen densos núcleos en los que millones de estrellas se mueven en órbitas completamente diferentes de las de las estrellas más alejadas del centro de la galaxia.
En muchas formas, los núcleos de algunas se asemejan a poblaciones aisladas transplantadas desde afuera de la galaxia. Los astrónomos están comenzando a pensar que estos núcleos son los restos de galaxias compañeras que fueron consumidas cuando se acercaron demasiado a estas galaxias elípticas, hace muchos millones de años. Cuando las galaxias chocan, los campos gravitatorios rápidamente cambiantes también pueden sincronizar las órbitas estelares, creando los grandes anillos de estrellas que rodean como halos a algunas galaxias elípticas.
Las galaxias elípticas también contienen algunas de las más antiguas estrellas en el universo. Mientras las elípticas y espirales continúan produciendo nuevas estrellas, incluso hasta nuestros días, la mayoría de las elípticas dejaron de formar estrellas hace más de 10.000 millones de años, durante lo que debe haber sido una gran época de formación estelar.
Las elípticas contienen poco o ningún gas o polvo propio, aparentemente habiendo consumido él que tenían, hace mucho, cuando sus estrellas nacieron. Aquellas elípticas que contienen mayores concentraciones de gas y polvo, aparentemente acumularon el material porque engulleron a sus galaxias compañeras.
Es posible que el material acumulado de estos encuentros se hunda poco a poco hacia el núcleo de la galaxia, y en muchos casos, genere nuevas generaciones de estrellas masivas y luminosas.
Eventualmente durante el curso de millones de años, el gas alcanza el centro de la galaxia, donde agujeros negros super-masivos podrían esperar al acecho por un nuevo suministro de combustible.
Como su nombre lo indica, estas galaxias poseen una forma elíptica, existiendo desde algunas esféricas, hasta otras muy alargadas. Su apariencia es homogénea, es decir, similar. Gracias a la espectroscopía, se ha comprobado que éstas galaxias giran lentamente. Se ha observado también, mediante estudios fotométricos, que su forma no es elipsoide de revolución sino elipsoide de tres ejes.
Tienen una masa de entre 100 millones y 10 billones de veces la masa de nuestro Sol. Las galaxias están compuestas por estrellas gigantes rojas, frías, viejas; estrella antiguas del núcleo de nuestra galaxia. Debido a que las estrellas que la componen son gigantes rojas, el color de la galaxia es rojizo. No presentan actividad actual, es decir, no se crean estrellas nuevas, ya que casi no poseen gas interestelar. Algunas contienen gas y polvo y son fuentes de ondas de radio intensas.
Este tipo de galaxias –opinan algunos- es el más común que se encuentra en el universo. Las más grandes, aunque raras, poseen un diámetro de al menos 100,000 años luz y pueden albergar a más de 10 billones de estrellas. Son pocas las galaxias elípticas brillantes, que solo constituyen un 20%. Las elípticas enanas débiles son las más comunes y contienen unos pocos millones de estrellas y un diámetro no mayor a los 1,000 años luz. Ejemplos de elípticas brillantes se pueden encontrar en la constelación de Virgo, M84 y M86, pero como mencionamos anteriormente, este tipo de galaxias son escasas.