“Todo viaje comienza con el primer paso”; ergo, “Todo viaje espacial inicia, con el primer impulso”.
Por Enrique Pérez García
enperez@yahoo.com

Soy miembro de la SAPA, o Sociedad Astronómica del Planetario Alfa. Actualmente me desempeño como Secretario Técnico y cuando me comprometí con el proyecto de construir un complejo de tres lanzacohetes de agua para la segunda Noche de las Estrellas, en la Macroplaza de Monterrey, nunca imaginé lo divertido, interesante y satisfactorio de esta aventura. Este es un relato breve de cómo una idea se concretó en una realidad, hace ya algunos meses.

EL INICIO

Si bien la idea de que la SAPA contara con un lanzacohetes de agua no es nueva, fue a finales del mes de febrero de 2010 cuando comencé a planear en forma este proyecto para finalmente convertirlo en realidad.

El 17 de Abril de 2010 se llevaba a cabo la Segunda Noche de las Estrellas y una de las actividades consistió en instalar un módulo para que las personas que asistieran al evento pudieran armar sus cohetes de agua, proporcionándoles todo el material necesario de forma gratuita, y posteriormente hacerlos despegar en uno de los 3 lanzacohetes con los que contaríamos.

EL CONCEPTO

Algunos se preguntarán, ¿Qué es un cohete de agua? Es un proyectil hecho con una o varias botellas plásticas vacías, preferentemente de bebida gaseosa ya que aguantan mejor la presión,  a las cuales se les agrega agua, aproximadamente un tercio de su volumen. Después se les presuriza con aire y se les hace despegar, como si fuera un cohete, desde una plataforma de lanzamiento.

El agua no es el “combustible” del cohete, sino el aire a presión que contiene el proyectil funciona como propelente en el momento del lanzamiento. El líquido aporta masa a la unidad, momento (momentum), proporciona estabilidad y de paso, ofrece espectáculo.

Hasta aquí todo de maravilla; el detalle es que nunca había construido un cohete de agua o una plataforma de lanzamiento, y mucho menos diseñarlos desde cero.

MANOS A LA OBRA

Una vez que en una de nuestras juntas de Mesa Directiva se confirmó la decisión de llevar a cabo este proyecto lo primero que hice fue conocer en detalle cómo funcionan los cohetes de agua y cómo hacerlos volar. Ya los había visto con la Sociedad Astronómica de la Laguna (SALAC), pioneros en la materia, ya que desde hace años cuentan con lanzacohetes y en sus eventos incluyen exhibiciones y actividades con el público. De hecho el presidente de la Sociedad Astronómica de la Laguna (SALAC) en una ocasión nos ofreció un mini-curso del tema.

Posterior a eso, me di a la tarea de conocer un poco más a lo que me enfrentaba. Afortunadamente, debido a su popularidad, existen un gran número de sitios en Internet para documentarse.

Una vez leído lo suficiente comencé a diseñar la plataforma de lanzamiento. Encontré muy buenas ideas en Internet, pero ninguna presentaba una solución completa a lo que yo buscaba. Deseaba funcionalidad pero también presentación y algo de comodidad. Fue entonces cuando comencé a diseñar mi propia plataforma de lanzamiento tomando las mejores propuestas que había visto de los diversos componentes principales, como la base, el sistema de tuberías, las válvulas necesarias y el disparador o gatillo.

Poco a poco la idea tomó forma y después de alrededor de tres semanas mi diseño final conformó una solución ligera, compacta y portable pero a la vez lo suficientemente estable para ser funcional. Era momento de ir de compras. Ya que estamos en una época económica difícil no me di el lujo de comprar material de más. Mi lista de compras fue cuidadosamente planificada y exacta desde el primer prototipo.

La estructura es en su totalidad de tubería de PVC y cuenta con dos válvulas: una de alivio o emergencia, también de PVC, y la otra es una de ésas válvulas para llanta de automóvil. El disparador lo armé a partir de un diseño que encontré y se compone básicamente de cintas de sujeción o cinchos y un cople de PVC de 2 pulgadas, ambos componentes sirven para mantener el cohete sujeto mientras se presuriza con aire. El cople sube y baja para así liberar el cohete cuando está listo y para mantenerlo en su posición eché mano de otra idea que encontré: un resorte de 2 bandas plásticas hecho a partir de botellas de 600 ml.

Las botellas para los cohetes de agua se sujetan al disparador a través del borde de su boquilla y ésta debe sellar bien con el tubo del lanzacohetes para poder presurizarse por lo que otro punto importante fue cómo hacer esto posible. Nuevamente una idea sencilla fue la solución. La tubería de PVC nueva viene con un extremo más ancho en su diámetro que el otro para poder acoplarse con otro tubo. Lo anterior hace que la tubería tenga una curvatura que sirve como sello ideal sin necesidad de otra cosa por lo que usé este segmento en mi diseño.

La base, aunque sencilla, proporciona además de un soporte estable una vía de escape segura si hay necesidad de liberar la presión. Como la tubería no fue sellada basta abrir la válvula del mástil del lanzacohetes y el aire sale por las patas.

EL PRIMER PROTOTIPO

Después de una semana de corte, pulido y armado finalmente terminé mi primer prototipo: fue el 30 de marzo de 2010. Ahora debía probarlo. El 1 de abril en compañía de varios integrantes de la Mesa Directiva hice las primeras pruebas en un parque cercano a mi casa y resultó todo un éxito. Inmediatamente nos dimos cuenta de la capacidad del lanzacohetes pues con poca presión las botellas, aún sin forma de cohete y con escasa aerodinámica, se elevaban a una altura considerable.

Ahora ya contábamos con un “juguete nuevo”, oficialmente.

Posteriormente construí las otras 2 plataformas en los días siguientes y el 16 de Abril nuevamente hubo una sesión de prueba en la cual nos acompañó Enrique Muñoz de la SALAC como invitado especial. Al día siguiente se presentaron formalmente ante toda la SAPA y se hizo una demostración al público en general que nos visitó ese día. La actividad fue sin duda bastante atractiva e invitaba a la participación, en espacial de los niños.

LA SEGUNDA NOCHE DE LAS ESTRELLAS

Finalmente llegó el 17 de Abril de 2010 y la segunda Noche de las Estrellas. Mi amiga Alejandra Arreola coordinó a un grupo de muchachos colaboradores para instalar nuestro módulo, el cual tuvo una gran afluencia de personas. Se llevaron botellas de plástico y el material necesario para que cada quién armara su cohete y después lo lanzaran desde las plataformas de lanzamiento. En total se hicieron entre 750 y 800 lanzamientos aproximadamente esa noche.

Una de las plataformas se dañó pero las otras dos siguieron funcionando. Las bombas de aire también llegaron a su límite pero al final terminamos con un excelente sabor de boca.

Finalmente los equipos se restauraron y hemos llevado a cabo actividades en el Parque Fundidora para todo el público que visita el lugar. El récord de altura que hemos alcanzado ha sido de 50 metros aproximadamente usando un cohete hecho con una botella de 2.5 litros.

También tenemos actividades en la Explanada de los Héroes una vez al mes, junto con las Noches de Observación Urbana en la Macroplaza.

Durante estos meses he podido compartir experiencias y comentarios acerca de cómo hacer mejoras al equipo, crear nuevos diseños y que material se necesita para construir el equipo. Por otro lado, a solicitud de algunas personas, he vendido algunas plataformas de lanzamiento.

NUEVOS PROYECTOS

¿Y qué sigue ahora? Bien, ahora tengo en mente los cohetes químicos. Hay una variante a pequeña escala con hidrógeno fabricado a partir de la electrólisis del agua pero debido a que es un elemento peligroso estoy contemplando los cohetes de combustible sólido. El material para estos últimos es fácil de conseguir pues hay un gran mercado desarrollado en torno a este hobbie.

Aún así mi objetivo es construir cohetes de mediana escala o quizá más grandes. Pero bueno, un paso a la vez.

Deberé sentarme de nuevo a estudiar mi próximo proyecto. Tal vez diseñe de nuevo mi propio vehículo y su plataforma de lanzamiento.

La experiencia fue muy enriquecedora, divertida, pude compartirla con mis amigos y me llevó literalmente a nuevas alturas.

Veremos a donde me lleva mi curiosidad en los próximos meses.

*-*-*-*

El autor es secretario técnico de la Sociedad Astronómica del Planetario Alfa, así como presidente del Centro de Astronomía y Ciencias de la Tierra, A.C. Puedes reproducir este artículo libremente de manera total o parcial, siempre que se de crédito al autor y se indiquen su correo electrónico: enperez@yahoo.com. Si detectas un error, favor de enviar correcciones y sugerencias a estos mismos.