Es muy posible y esto se ha logrado determinar por el estudio de las muestras lunares traídas por las misiones Apolo las cuales revelan muchas semejanzas con la constitución de nuestro planeta. Esto ha reforzado la hipótesis existente de que la Luna pudo haberse desprendido de nuestro planeta durante su formación.

Otras hipótesis que existían marcaban la posibilidad de que la Luna se hubiera formado junto con la Tierra como cuerpo independiente y otra más se refería a una posible captura. En el último caso la Luna hubiera sido un cuerpo que se aproximó a la Tierra y fue capturado por la atracción gravitatoria de la Tierra como satélite.

Indudablemente que, aunque el hombre llegó incluso a la superficie lunar, aún nos faltan muchas cosas por aprender de nuestro satélite. Quizá la mayor muestra de ello es el reciente descubrimiento de la existencia de hielo-agua en los lechos de cráteres que se encuentran en las regiones polares.