Si una nube de polvo está muy cerca –y por detrás-de una estrella brillante, veremos que el polvo refleja el color azul de la estrella, del mismo modo que las partículas suspendidas en la atmósfera de la Tierra dispersan la luz azul del Sol. Una nebulosa de reflexión está siempre en segundo plano. Ejemplo: Messier 78 en Orion. Existen también casos excepcionales en los que una nube de polvo está tan cerca de una estrella roja, que refleja particularmente ese color. Ejemplo: Antares.